THE NORTH AMERICAN PILOT (1778-1784)
Un conjunto de circunstancias históricas singulares, un equipo humano irrepetible y una competencia técnica extraordinaria produjeron esta obra excepcional de la cual han llegado muy pocos ejemplares hasta nuestros días.
Nuestro segundo volumen se publica en Londres en 1778, en plena Guerra de Independencia Americana, apenas dos años después de que las trece Colonias declararan su secesión de Gran Bretaña. En cambio nuestro primer volumen está fechado en 1784, año en que fue ratificado el Tratado de París y reconocida la independencia. Los primeros territorios que conforman los Estados Unidos de América son precisamente los recogidos en esta obra.
Sin embargo, no se trata de mapas terrestres, sino de una cartografía para navegantes de toda la costa este norteamericana, desde Terranova a las Antillas, realizada por el capitán y explorador James Cook (1728 – 1779), además de otros cartógrafos como Michael Lane, Joseph Gilbert, John Gascoigne, Joshua Fisher y Jacob Blamey. Los 36 mapas fueron grabados en planchas de cobre por el geógrafo Thomas Jefferys (1719 – 1711). La estampación se lleva a cabo en Londres, en la célebre imprenta de Fleet Street de Robert Sayer (1725 – 1794), asociado en esos años a John Bennett. Entre las publicaciones más destacadas de la imprenta de Sayer figuran las obras del matemático y cartógrafo Samuel Dunn, la reproducción casi completa de las pinturas de Hogarth y, por supuesto, The North American Pilot, impreso por primera vez en 1775.
Cuando The North American Pilot llegó a nuestras manos, la alteración más grave, en ambos volúmenes, era un deterioro muy acusado de la encuadernación que ponía en peligro la integridad de la obra. En el interior, el hilo y los cordeles de la costura estaban rotos y las cartivanas presentaban desgarros y pérdidas de papel. Exteriormente, al romperse los cordeles, los planos de cartón se habían desgajado el lomo. La piel que cubría el lomo y las puntas estaba muy erosionada o faltaba por completo, siendo irrecuperable. El tejuelo del Tomo II había desaparecido totalmente, así como las cuatro cabezadas, mientras que el tejuelo del Tomo I se conservaba parcialmente.
Respecto al cuerpo del libro, presentaba suciedad general, desgarros y pérdidas de papel, especialmente en bordes y esquinas. La manipulación de los mapas había causado dobleces incorrectos y desgarros.